Cuando veas la Sierra de Santa María con capa, no dejes la tuya en casa.
Si tienes enemigos, ten tus ojos por guarda.
Chiquitina como un ratón y guarda la casa como un león.
Un platitito de avellanas por el día se recoge y por la noche se derrama.
Los espárragos de abril pra mí, los de mayo para el amo y los de junio para el burro.